Luis Manuel Pimentel. (Barquisimeto, 1979). Estudió Letras-ULA(2004-Mérida). Magister en Literatura Iberoamericana-ULA (2012-Mérida). Ganador del primer premio de poesía I Bienal de Nacional de Literatura “Rafael Zárraga” Yaracuy-2011, con el libro Esquina de la Mesa Hechizada. Tiene un poemario: Figuras Cromañonas (2008). Ha salido en varias antologías de poetas venezolanos entre ellas: 70 poetas venezolanos, en solidaridad con Palestina, Irak y Líbano(2006). Amanecieron de bala (2007), Doce orugas al viento (2008). Arquitectura de la Palabra (2008). /4to, 5to y 6to festival mundial de poesía – capítulo Mérida/. El corazón de Venezuela, patria y poesía (2008), Revista Poesía 153 (2011). Actualmente es Profesor de Semiótica de las artes, en la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” en Barquisimeto.
Espejismos de Cabudare
*
No se trataba de que un chaguaramo era un chaguaramo
sino que era un espejo largo que podía tocar las nubes,
tampoco se trataba de que el piso era más virgen
que los cachetes de la vecina,
la que siempre mostraba entre sus pasos un hilo dental,
que a cualquiera le daba por comerla
y ver como junto a su hijo
era la justificación de un amor
confundido entre las actuales perversiones del sexo.
Una cucaracha voladora tocó la puerta
y trajo malos presagios, porque de pronto
todo oscureció, y un rayo fotografió los malos espíritus,
el apartamento colapsó
por haberme quedado cinco minutos más al teléfono
de lo debido, de la vida… qué casualidad
cuando ayudaba a resucitar a un poeta muerto.
Ni los niños que a esta hora andan diciendo groserías en el patio
andan por aquí, buscando los caracoles fósiles de Cabudare,
ni los pájaros de la tarde aparecieron a picotear sobre la cama
ni los porrones, ni la manguera, ni la toalla está seca
al parecer hay como un salto en el tiempo que muestra el reflejo
de todas las licuadoras apagadas en los apartamentos.
Pudo haber sido un emolumento tardío por querer mostrar
las marchas que a veces veo desde esta ventana
/ojos de loros que pasean por el Amazonas/
y algunos zoocriptólogos
mantiene la teoría que descubrieron las huellas de un piegrande
por las riberas de Tarabana.
*
El sol estuvo por aquí calentando la cama
y la niña montada encima de su flotador de tela
dormida entre puntos blancos y un anaranjado estelar.
La puerta del cuarto abierta al cosmos
encima hay un pequeño paño transparente,
tan transparente que lo veo blanco,
nunca se moja, nunca se seca,
parece un zapato quieto en la esquina de una vitrina
es como el televisor apagado y el DVD dañado esperando
que algún gato lo orine,
es como una mosca que pasa rápido buscando mariposas gigantes.
La niña mueve su pie derecho y patalea en su piscina de trapos y juguetes
hoy está enferma y se despierta llorando
está calientita y tiene tos,
con permiso,
voy a darle el acetaminofén.
*
Te espero, como un Pepito espera ser la encomienda para la cena
te espero, creyendo que llegarás un poco más temprano del tiempo que siempre espero,
y en esta espera, el diente flojo de Fabián
sale flotando por el apartamento.
Querida,
cada segundo que nos dejas para amarte en medio de la luna llena
se convierte en un aliento cercano a mi esternón
que pide a grito que llegues como una Blanca Nieves
con tus dos enanos que también son míos
aunque uno de ellos reniegue de mis capacidades paternas.
Te espero, porque aquí en Almarriera
se han construido los mejores deseos
que van trazados en los caminos de hormigas prehistóricas,
aquí, como una alma que vuela a buscarte y a decirte que llames
porque ya estoy en casa,
y tal vez piensas que ando jugando basquetbol,
Si quisiera seguir esperando
entonces me pongo el abrigo de lana y alpaca
y sudo demostrando que te quiero esperar despierto,
como si fuera un cometa
que no vuelve a pasar sino hasta dentro de 73 años,
quiero seguirte esperado
entonces me quito la camisa y me pongo a escribir poesía
para intuir que estás cerca,
de este alquilado espacio donde los ratones comen gatos.
Te sigo esperando,
como un gobernador que quiere ser electo en los próximos comicios,
como una hoja en el desierto que tiene sed,
puedo creer que te espero, y no sólo a ti, sino a los tres que me hacen falta
para patear el balón de futbol, jugar con los carrito,
y cuando todo aparentemente está normal
sale Ananda de un hechizo como si el carro se estuviera quemando.
Puedo decir que te espero, porque realmente los espero
pero tu espera significa mucho más
que todo esto que estoy apuntando de la espera,
Tocó el alba un amor fundido entre copas de un viñedo larense.
Vuelvo de nuevo, y quiero esperarte, pero corro
a pedirle dinero al vecino que es chofer de noche
para comprar mañana un celular y que no amanezcamos sin conexión,
ahora, empiezo a entender que si te espero,
porque camino cada cuadricula de la cerámica del piso
buscando una tasa de café y verter la ceniza.
Y el tiempo pasa como si fueran siglos
y el amor en la casa se vuelve memoria temporal.
*
Anduve buscando entre los arbustos cercanos
los mensajes secretos que escribieron los indios Kabudari
sobre las revelaciones del cosmos y el mito de la humanidad.
En las inscripciones encontradas estaban los códices
de aquellos testimonios
Detrás del árbol, que está justo al frente del apartamento
Descubrí la imagen que inscribía el amor de una pareja
donde ella se despedía de él mientras se iba a la guerra
Se fundía la leyenda,
de un animal cuadrúpedo
que supuse era un perro tomando agua
y en el reflejo del lago
se proyectaba el rostro de un cacique
Tres indias en forma de triángulo
compartían semillas de girasoles,
custodiadas por dos pajarracos de patas afiladas
Del lado izquierdo del árbol encontré
que un chamán hacía un ritual donde todo estaba girando.
En medio de los garrotes un chivo sacrificado,
y mientras llovía rodaban entre sorbos una tapara con cocuy
invocando a la luna
Un par de mujeres indígenas mayores
hervían en una tinaja de barro
unas hiervas para curar a los niños
que tenían fiebre y dolores del cuerpo
En el cielo unas formas orgánicas daban un sentido de equilibrio,
un indígena está gritando a la estrellas,
los árboles rígidos, sus ramas apuntan al cielo,
hay muchas aves
y alguien se despide desde las riveras del Rio Turbio.
De la puerta salió Izaima a llamarme
porque no sabía dónde estaba y la cena ya estaba servida;
los niños me esperan sentados en la mesa.
Llegué al espacio donde los sueños son poemas,
y vi en los ojos más próximos a los míos
la imagen de un mundo lleno de mensajes secretos
adheridos a los troncos de sus almas.
Hermoso, Luis (con tilde) Manuel. Los del medio, los enormes, mis favoritos.
Luis, me encanta leerte siempre, eres único, cromañón, nos vemos en Falcón! Invita tú la primera de Cocuy, ¿si?
Me anoto en esta.
claro hombre, también fue un placer ver que estabas en el staff. El cocuy brillará y esta vez no por su ausencia como pasa en Ejido. Nos vemos hermano poeta, y luces marinas nos quedan durante esos días. Salud!
lo que respondí en el espacio de Daniela era para ti, y a Daniela le digo que gracias por sus buenos augurios y espero también compartir el cocuy.
Me agradan bastante los textos. Saludos.
Buen trabajo mi pana se ve que hay estudio, práctica y concepto.
Gracias, y espero compartamos un rato en el encuentro. Saludos.
Buen trabajo, hermano. Innegable influencia de la semiótica. Me alegra que seamos del mismo lugar y que hagamos vida en la misma Universidad. Soy profesor UCLA en la Licenciatura en Música. Hagamos contacto (@zakariaszafra / zzfven@gmail.com). Te dejo mi publicación (narrativa) en este encuentro.
http://encuentrodejovenescreadores.com/narrativa/zakarias-zafra-bqto/
Seguro nos vemos entonces aquí en el decanato. Pasa por el salón de profesores, y conversamos un rato. Es bueno contar con otro escritor cercano, podemos inventar una revista , que desde hace tiempo quiero hacer. Saludos y gracias por los comentarios.