Se baja y se sube por la vida entre la juventud y la vejentud y los grupos de poetas que se saben más jóvenes y organizan espacios de sus corazones solitarios con trozos de alegría de ver sus andanzas y nudos y estornudos editados bajo la sombra de un árbol de libros que despegan hacia el cielo y rebotan en la mirada de la tierra que salpica el agua de mar tal como se humedece mi espíritu cuando se acerca al joven poeta que eres tú o que era yo cuando era tan viejo por dentro y tan verde por fuera, como un guanábano o un cotoperi que reclamo más agua de lluvia para renacer en ese encuentro de ustedes muchachos míos, muchachas mías desatadas desde mi lengua hasta sus labios que me esperan el jueves 16 en que las cervecitas saldrán disparadas hasta la sed creadora y redentora en la bañera de Santa Ana redentora de Coro cayéndose a pedazos en nuestra memoria.